Preocupa el avance del hantavirus: ¿Dónde se registró el 70% de las infecciones en el país?

El último informe del Boletín Epidemiológico Nacional confirmó un aumento de contagios y reveló qué región concentra la mayor carga de casos este año.

Se registra un incremento del 17% de los casos respecto a los últimos años.

El Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) volvió a encender las alarmas tras mostrar un repunte de casos de hantavirus en distintas zonas del país, con un incremento del 17% respecto de los últimos años.

El documento también indicó que ya hubo 9 muertes y 23 contagios, una tendencia que preocupa a las autoridades sanitarias.

La región Centro, que incluye la provincia de Buenos Aires, CABA, Santa Fe y Entre Ríos, es la que concentra el 70% de todas las infecciones confirmadas, según el análisis oficial.

Esto coloca a esa área como la más comprometida del mapa epidemiológico, a partir de datos actualizados hasta la última semana del mes pasado. El informe detalla que la mayor cantidad de casos se registra entre septiembre y abril, con picos marcados entre noviembre y enero.

 También aclara que el virus se transmite principalmente por la inhalación de partículas presentes en orina, excrementos y saliva de roedores, un factor que vuelve clave revisar cabañas, galpones y ambientes cerrados antes de usarlos. Las autoridades remarcaron que la transmisión entre personas es excepcional y solo se documentó en episodios aislados.

A la vez, el BEN subraya que el hantavirus no actúa de manera uniforme en todo el país. Además de la región Centro, el documento identifica actividad viral en zonas del NOA, el NEA y la Patagonia, donde intervienen factores como la densidad de roedores, las condiciones ambientales y las actividades humanas. El episodio reciente en Bariloche, donde falleció un hombre de 43 años, forma parte de este escenario y se suma al monitoreo nacional.

En cuanto al tratamiento, los especialistas recuerdan que no existen antivirales efectivos y que la atención se basa en internación, oxígeno suplementario y asistencia respiratoria en los casos más graves. La clave sigue siendo la detección temprana, ya que el cuadro respiratorio puede evolucionar con rapidez y elevar el riesgo de mortalidad.